El show del Dibu en los penaltis: para dos, ve la (segunda) amarilla, clasifica al Villa y se pega un bailecito.
Otra vez el Dibu. Y otra vez en los penaltis. El portero argentino volvió a ser determinante para que su equipo se impusiese al detener dos penas máximas durante la tanda de penaltis del Lille - Aston Villa. Y además, una reciente novedad en la norma, le libró de la expulsión.
El Lille consiguió ganar al Villa (2-1) y llevó el partido a los penaltis. Ahí apareció Emiliano. Llegó a la tanda extra motivado por el clima que había soportado durante todo el partido (el recuerdo de la final del Mundial sigue muy presente en Francia) y se vengó. Desde el primer momento activó sus ya conocidas triquiñuelas y no tardó en tener premio: parada a Bentaleb en el primer penalti, celebración airada y gestos a la grada que acabaron con una amarilla para el portero. La segunda que veía en el partido.
Y menos mal porque acabó siendo el héroe de su equipo. El Villa falló el cuarto y todo se decidió al final. Con 3-3, Douglas Luiz acertó y Benjamin Andre se acercó al punto de penalti con el Dibu esperándolo sobre la línea de cal. Golpeo fuerte y raso a la izquierda del portero y parada del Dibu. Estaban en semifinales y el argentino lo celebró con un baile que no sentó nada bien a la grada. Su versión más canchera volvió a tener premio.
El Dibu, en el epicentro de las leyes
Esta temporada empezaba con una modificación importante en lo que respecta a los penaltis. Después de ver lo que sucedió con el Dibu en las tandas de la Copa América ante Colombia y del Mundial de Catar ante Países Bajos y Francia, la IFAB introdujo una novedad en la normativa para 'proteger' al lanzador.
"El guardameta no se comportará de manera que distraiga de forma antirreglamentaria al ejecutor del penalti. Por ejemplo: no retrasará la ejecución del penalti, ni tocará los postes, el travesaño o la red de la portería", dice la norma 'antidibu'.
Hoy, otra norma recientemente incorporada al reglamento que deja sin validez las amonestaciones mostradas durante los 90 minutos y la prórroga, lo ha salvado de la expulsión.