Las últimas jornadas han sido testigo de un Antigua GFC que se levanta imponente en la tabla, con una racha impresionante de ocho partidos sin conocer la derrota. Los aguacateros se han erigido como un equipo temible, aparentemente imbatible en la liga nacional. Pero, ¿es esta racha un verdadero reflejo de su capacidad para alzarse como campeones?
Es innegable que el equipo dirigido por Pezzarossi ha experimentado una notable mejoría en su desempeño. La sonrisa en el rostro del entrenador contrasta con los momentos de incertidumbre y críticas que ha enfrentado tanto desde la grada como desde algunos sectores directivos. Sin embargo, el optimismo generado por esta racha positiva debe ser evaluado con cautela.
El primer objetivo, clasificarse para un torneo internacional, está cada vez más cerca. Pero, ¿es suficiente lo que se tiene para afrontar compromisos de este calibre? Es aquí donde surgen las dudas. La profundidad de la banca y la capacidad del equipo para sostener su rendimiento en instancias más exigentes son aspectos que no pueden ser pasados por alto.
Es cierto que celebramos cada triunfo y nos regocijamos en esta racha de invencibilidad, pero no podemos permitirnos caer en la complacencia. La exigencia de competir a nivel internacional demanda un nivel de preparación y recursos que quizás aún no se han consolidado en el equipo.
Mantener esta marcha triunfal requerirá de un esfuerzo continuo y de una visión estratégica que trascienda los éxitos momentáneos. Es fundamental que tanto el cuerpo técnico como la directiva mantengan los pies en la tierra y trabajen en fortalecer al equipo en todos los aspectos necesarios.
Es cierto que celebramos cada triunfo y nos regocijamos en esta racha de invencibilidad, pero no podemos permitirnos caer en la complacencia
Es cierto que falta mucho camino por recorrer, pero es alentador ver que Antigua avanza con paso firme hacia sus objetivos. Sin embargo, no podemos perder de vista que el camino hacia la gloria está lleno de obstáculos y desafíos que requerirán de un esfuerzo sostenido y de una mentalidad ganadora.
Por ahora, celebremos los logros alcanzados, pero recordemos que el verdadero desafío apenas comienza.